Oración para la liberación de las ánimas del Purgatorio, penetrándose en los sentimientos de Nuestra Señora de los Dolores, cuando ella recibió en sus brazos a su divino Hijo
- ¡Oh, Fuente inagotable de verdad, cómo estás tan agotada!
- ¡Oh, Sabio Doctor de los hombres, cómo te has vuelto mudo!
- ¡Oh, Esplendor de la Luz Eterna, cómo estás tan apagada!
- ¡Oh, Amor verdadero, cómo tu hermosa figura se ha deformado!
- ¡Oh, Altísima Divinidad, cómo me haces ver a mí en una pobreza tan grande!
- ¡Oh, Amor de mi corazón, cuán grande es tu bondad!
- ¡Oh, Delicia de mi corazón, cuán excesivos y múltiples han sido tus dolores!
Oremos:
Señor mío Jesucristo, Tú que tienes en común con el Padre y el Espíritu Santo una sola y misma naturaleza, ten piedad de toda criatura y principalmente de las ánimas del Purgatorio. Amén.
Nota:
Esta devoción a Nuestra Señora, sobre los sentimientos de nuestra Santa Madre al recibir el cuerpo de Cristo tras ser bajado de la cruz, se encuentra en un cuadro en una iglesia de Polonia. Fue aprobada por el pontífice Inocente XI, el cual concedió la liberación de quince ánimas del Purgatorio cuantas veces se rezase esta oración. Esta devoción fue aprobada por los pontífices Clemente III y Benedicto XIV con Indulgencia Plenaria.
Además, el pontífice Pío IX confirmó esas disposiciones y agregó 100 días de indulgencia. Se recomienda rezarla cada día.