Plegaria por las ánimas del purgatorio

¡Oh, Dios, siempre justo en la sentencia!
Por las ánimas benditas yo te ofrezco
todo ayuno, vigilia o abstinencia.
Y cualquiera obra buena en que merezco:
todo el rezo, el trabajo, la indulgencia,
las angustias que sufro y que padezco.
Y ofrezco por alivio en sus quebrantos
los méritos de Cristo y de sus Santos.